Diciembre de 2020 marca la finalización de cinco décadas desde el inicio de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. y su histórica decisión de aprobar la Ley de Aire Limpio. El presidente Nixon, el 31 de diciembre de 1970, puso el sello formal a la ley. Podría decirse que es una de las decisiones ambientales más revolucionarias y prometedoras jamás tomadas. Entonces, antes de su 50 aniversario, decidimos mirar el viaje del acto en retrospectiva.
El final del siglo XX fue testigo de una ruptura en los equilibrios ambientales en todo el mundo. Los Estados Unidos de América crearon un punto de referencia para el mundo al ser uno de los primeros países en dar la bienvenida a la conservación del medio ambiente en su esqueleto legislativo. Estados Unidos resolvió la creciente preocupación por la contaminación del aire al aprobar la Ley de Aire Limpio hace 50 años. Este acto histórico ha llevado a una gran mejora en el riesgo ambiental más terrible que enfrentaba el líder mundial en ese momento.
¿Qué exigió la necesidad de la Ley de Aire Limpio?
Las industrias surgieron y florecieron en la primera mitad del siglo XX. La industrialización meteórica con una regulación mínima, junto con la urbanización, afectó la salud del aire. También condujo a un aumento en las morbilidades de enfisema y asma. A mediados de siglo, la calidad del aire se había desplomado hasta tal punto que numerosas ciudades de los EE. UU. se convirtieron en sinónimo de smog. El smog imprevisto y monstruoso en Los Ángeles, California (1943) fue uno de esos incidentes que sacudió a las autoridades hasta la médula. Las muertes debidas a la contaminación del aire también estaban aumentando. El smog de Nueva York de 1966 que se llevó al menos 169 vidas abofeteó a todo el país con la brutal realidad de la contaminación del aire.
Los crecientes niveles de contaminantes atmosféricos, en particular NO2 y SO2, también movilizaron y aceleraron la incidencia de la lluvia ácida. Todas estas razones ponen en peligro la salud de la atmósfera y de los ciudadanos. Como desenlace, la Ley de Aire Limpio entró en vigor en 1970. Así comenzó un legado que, literal y figurativamente, ha dado vida a la gente de Estados Unidos. Las autoridades controlaron las industrias y endurecieron las regulaciones en 1977. Hicieron más enmiendas a la ley en 1990.
Como resultado, la calidad del aire mejoró drásticamente en el momento de la incursión del país en el siglo XXI. Las concentraciones de SO2 y NO2 se controlaron y se aplicaron restricciones estrictas sobre las toxinas del aire peligrosas. Un aumento en los niveles de contaminación aumenta la demanda de una gestión eficiente de la calidad del aire y la mitigación de las amenazas para la salud de una manera que no obstaculice el crecimiento económico.
¿La ley ha sido capaz de marcar todas las casillas en términos de impacto?
Este año se cumplen 50 años de la aprobación de la Ley de Aire Limpio. Este legado de más de cinco décadas ha producido algunos resultados notables. Su implementación puntual por parte de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) condujo a una reducción sustancial en la ocurrencia de lluvia ácida. Estados Unidos logró esta hazaña al reducir drásticamente las concentraciones de contaminantes del aire. Por ejemplo, los niveles de óxido nitroso y ozono en Los Ángeles disminuyeron entre un 70 y un 80 % entre 1962 y 2012. La disminución de los niveles de NO2 también catalizó la conservación de la capa protectora de ozono.
Estados Unidos aprobó la Ley de Aire Limpio con el objetivo central de reducir la concentración de contaminantes nocivos. La Ley de Aire Limpio presentó muchos otros beneficios para la salud, el medio ambiente y la economía. Según la EPA de EE. UU., la Ley de Aire Limpio evitó más de 230,000 muertes prematuras para 2020. Ha habido una disminución en la frecuencia de bronquitis y asma. Los niveles de monóxido de carbono y ozono han disminuido en un factor de 74 % y 21 %, respectivamente, entre 1990 y 2018. La concentración atmosférica de plomo ha disminuido en un 82 % desde 2010. Estas reducciones se reflejan en una estructura del suelo más saludable, cuerpos de agua dulce y vegetación.
La ley también eliminó las cargas financieras que la crisis del aire había estado causando. La EPA estima beneficios por un valor aproximado de US$2 billones a lo largo de los años.
La Ley de Aire Limpio también está sincronizada con seis de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos objetivos son establecidos por las Naciones Unidas para hacer de la tierra un lugar mejor para las generaciones venideras.
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