¿Cómo se forma el moho?
El moho se forma cuando las esporas de moho en el aire caen sobre superficies que están húmedas y calientes y se dejan crecer y multiplicarse. Las esporas de moho están presentes en el aire cálido y húmedo que puede ingresar al interior a través de la ventilación. Una vez dentro, pueden asentarse en superficies como paredes, pisos, techos e incluso en artículos del hogar como muebles o ropa. A medida que las esporas de moho se depositan en superficies húmedas, comienzan a crecer y formar colonias. Estas colonias producen más esporas, que luego pueden propagarse a otras áreas de la casa o el edificio, lo que provoca un mayor crecimiento de moho. Por lo general, se encuentran en las áreas dañadas por el agua, como fugas o inundaciones, y también pueden provocar el crecimiento de moho en las paredes, las alfombras y el aislamiento.
¿De dónde viene el moho?
El moho proviene de diminutas esporas transportadas por el aire que están presentes en el entorno que nos rodea. Estas esporas son naturales y se pueden encontrar tanto en interiores como en exteriores. Las esporas de moho son microscópicas y pueden ser transportadas por las corrientes de aire o adheridas a objetos como ropa, zapatos o mascotas. Cuando aterrizan en una superficie húmeda y cálida, pueden comenzar a crecer y formar colonias. El crecimiento de moho puede verse exacerbado por una ventilación deficiente, que puede atrapar la humedad en un edificio y crear condiciones propicias para el crecimiento de moho. Esto es especialmente común en edificios que están herméticamente sellados para la eficiencia energética. En resumen, el moho proviene de esporas naturales que están presentes en el medio ambiente, que pueden asentarse en las superficies y convertirse en colonias cuando las condiciones son las adecuadas.